sábado, 9 de agosto de 2008

El cuento de los tres hermanos

Miren qué lindo artículo encontré. Éste es el link, de todos modos aquí lo transcribo.


Había una vez tres hermanos: la mayor, el del medio y la menor; estos hermanos no tenían nada en particular, eran como cualquier clan que había crecido en la misma casa, habían jugado mil veces juntos, compartido secretos inconfesables que en alguna pelea fueron revelados como arma de guerra, envidiado la atención que los papás le daban a otro, se habían odiado un poquito, se extrañaban muchísimo, se querían montones, en fin, unos hermanos comunes y corrientes.

Esta historia trata de 3 hermanos, pero puede haber sido una banda de 4, una parejita, unos gemelos, dos niñas, 3 varones o cualquier combinación que se le haya ocurrido armar a una familia y claro, a la madre naturaleza. En realidad, lo que importa es que las relaciones entre los hermanos siempre son fascinantes; son una mezcla de amor y odio, de competencia, de parecidos, de diferencias, de compatibilidades e incompatibilidades, de chistes secretos, de códigos, de recuerdos, de indiferencia pero de pasión, porque por los hermanos, por lo menos por los míos, yo mataría y comería del muerto como dicen.

Bueno, me puse sentimental porque The Darjeeling Limited (Wes Anderson, 2007) me hizo pensar mucho en ellos. Esta peli, la última de uno de mis directores favoritos —que ya tiene en mi memoria clásicos como The Life Aquatic with Steve Zissou (2004) y The Royal Tenenbaums (2001), me falta Rushmore (1998) que me han dicho es lo máximo— es la historia de 3 hermanos (Adrien Brody, Owen Wilson y Jason Schwartzman) que se reencuentran en India para hacer un viaje a bordo del Darjeeling Limited, un periplo convocado por Francis (Wilson) —el mayor de los tres— quien les dice a los otros dos que lo planeó para verlos de nuevo, luego de la muerte de su padre, pero que en realidad tiene un propósito oculto que pronto descubrirán (uno que ni Francis había pensado).

Estos hermanos son tres personajes increíbles, cada uno es adicto a una droga “legal” (painkillers, jarabe para la tos, calmantes), con una historia distinta que los diferencia pero que a la vez los une en detalles que sólo pueden venir de una misma familia. Y es que lo interesante de este guión (escrito por Anderson, Roman Coppola y Schwartzman) es que independientemente del hecho que son hombres, uno puede identificarse con cierto tipo de comportamientos que bien podrían ser del hermano mayor, del mediano o del chico. Por ejemplo, el mayor es mandón, es el que organiza el viaje, el controlador, quiere saber todo de los otros dos y tener sus pasaportes porque los conoce y sabe que se le pueden escapar; el del medio es desconfiado, rebelde, excéntrico, está ahí pero con mamera y siempre está demostrando que fue el preferido de su papá; el chiqui es el tierno pero sabe que ya es adulto aunque sus otros dos hermanos lo traten como niño, es el independiente (duerme separado de los mayores) y quiere liberarse de los errores de los otros porque va más rápido que los otros.

Ahí están Francis, Peter y Jack, viajando hacia un lugar desconocido en un tren como en el que yo quisiera viajar algún día: Todo decorado a la manera india, con ese arte popular, de bazar, lleno imágenes diminutas, de escenas de la vida cotidiana, elefantes, flores, puntos, líneas onduladas, mejor dicho, una belleza. Es un tren lleno de recovecos, de escondites, de compartimentos en donde se acomoda hasta una víbora y una impresora, donde te recibe una linda chica con un sorbo de lima dulce, donde hay sexo en un baño, un vagón con un comedor lleno de indios, hindúes, alemanes y 3 gringos, y un tren en el que hay que subir corriendo, pues siempre se hace tarde para alcanzarlo.

En el camino, Francis le cuenta algo a Peter sobre Jack pero le dice que no le cuente a éste. Jack le revela a su hermano mayor un secreto del menor, con la promesa de guardar silencio. Peter le dice en voz baja a Jack lo que Francis le acaba de contar confidencialmente… Los secretos de los hermanos son idas y venidas, nunca se quedan entre 2 de ellos, la mayoría de las veces los saben todos porque ¿acaso mi hermano me va a delatar contando lo que le conté? Jajajaj buenísimo, verlos, era verme con mis hermanos diciendo: ¿Oiga, por qué le contó! Y oír: ¡Queeee si ella ya sabía!

Entonces pasa que a los tres hermanitos los bajan del tren por mala conducta y deciden desistir del viaje que tenía como destino llegar hasta un monasterio donde su mamá vive hace años (Anjelica Huston) pero, después de hacer un ritual fallido y tener en mano los tiquetes de vuelta, algo los empuja a ir a buscarla para verla después de la muerte de su padre.

Esta vez me detengo aquí. Lo que les conté fue un bocado que ojalá los anime a ver esta película y toda la obra de Wes Anderson, un director que hace cine de autor y tiene miles de fanáticos sin que sea muy nombrado en Hollywood porque cada una de sus pelis tiene una estética particular, una fotografía colorida, limpia, de colores planos; cada narración habla de familias que se encuentran en extrañas situaciones y que no se parecen en nada por fuera pero que terminan siendo uno mismo; porque cada historia pone al espacio como protagonista; porque Anderson se da el lujo de repetir elenco y afortunadamente siempre vemos a Bill Murray, Anjelica Huston, Owen Wilson, Jason Schwartzman repitiendo con cada uno un personaje sin que ése sea igual al anterior (Murray siempre es cabeza de familia, lo mismo que Huston).

Otro factor que me encanta es la música que usa. Si en The Royal fueron The Beatles, Elliott Smith, Ramones, The Clash, The Velvet Underground y en Aquatic Life una selección de Bowie tocada en escena por Seu Jorge a ritmo de música brasilera, en Darjeeling nos acompaña con música india escrita en su mayoría por el director indio Satyajit Ray y algunos temas de The kinks.

Viendo el Behind the scenes me maravillé aún más con The Darjeeling Limited. El tren fue pintado a mano por artesanos indios, cada plato, mantel, decorado y demás fue fabricado por pedido del director y realizado en tiempo récord; ese tren, como puesta en escena, es una obra de ingeniería que no tiene nada que envidiarle a ningún estudio de Hollywood, está lleno de trucos, de mesas y ventanas falsas, de techos con Dolly y de puertas corredizas que permitieron que fuera un escenario en movimiento (la mayoría de la peli se hizo adentro del aparato).

Hablando del tren, así como los personajes corren para subirse en él, así es la metáfora perfecta de la vida que vemos en Darjeeling: el tren va pasando y en cada vagón hay un pedacito de la vida de algunos personajes, de sus secretos, de esa cotidianidad que los hace ser ellos mismos.

Termino con otra metáfora, esa que habla de llevar el equipaje de otros, de vivir con el peso de la existencia de otra persona, una imagen que en The Darjeeling Limited es súper simbólica porque los hermanos sueltan sus maletas, las dejan en tierra para subirse otra vez al tren de la vida, sólo que esta vez van más livianos y de pronto más felices.

Pd: Antes de la peli, se presenta el corto Hotel Chevalier, un detalle de la historia central.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

acabo de descubrir este blog, hoy, miercoles 13 de agosto del 2008, a las 00:59, y estoy maravillado! soy fan de wes anderson desde que fui al cine a ver los tennenbaums y lo siento un director muy mio, me encanta comprobar que hay mucha más gente enganchada a su cine y que hagan un blog tan genial como este, seguid así, chicos!

Guilty dijo...

buenas! Pues por fin logré encontrar el dvd de "The Darjeeling Limited"!!!. Y que decir? pues que aunque sea algo mas "comercial" que su anteriores filmes, me sigue pareciendo una genialidad, una de esas peliculas que te dejan con la boca abierta y te acompañan durante toda la vida, porque ha tocado tus fibras.
A paritr de ahora no me queda mas que llamrle tito Wes, jejejeje.
que impaciencia hasta la proxima!!